El glutatión se considera a menudo el "antioxidante maestro" del organismo. Es un tripéptido compuesto por tres aminoácidos: cisteína, ácido glutámico y glicina. Presente en prácticamente todas las células del cuerpo, el glutatión desempeña varias funciones cruciales:
Defensa antioxidante
El glutatión ayuda a combatir los radicales libres y el estrés oxidativo, que pueden causar daño celular y contribuir al envejecimiento, enfermedades cardíacas y otras afecciones crónicas. Neutraliza compuestos nocivos, como los de la contaminación, la radiación UV y ciertos medicamentos.
Desintoxicación
Es vital en el hígado para el proceso de desintoxicación, ayudando a transformar las toxinas en formas que el cuerpo pueda eliminar. Esto incluye metales pesados como el mercurio, el plomo y el arsénico, así como el alcohol, las drogas y los contaminantes ambientales.
Apoyo inmunológico
El glutatión potencia la función del sistema inmunitario al favorecer la proliferación de linfocitos, cruciales para la respuesta inmunitaria. También reduce la inflamación al contribuir a la regulación de las citocinas.
Salud de la piel
Gracias a sus propiedades antioxidantes, el glutatión se utiliza en el cuidado de la piel para mejorar la luminosidad y reducir la hiperpigmentación. Se cree que inhibe la producción de melanina, lo que resulta en tonos de piel más claros, y también ayuda a la reparación cutánea y a combatir el envejecimiento al reducir las arrugas y las líneas de expresión.
Neuroprotección
En el cerebro, el glutatión protege a las neuronas del estrés oxidativo, desempeñando potencialmente un papel en la prevención o mitigación de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Huntington.
Recuperación del ejercicio
Los atletas podrían beneficiarse del glutatión debido a su función en la reducción del daño muscular, la disminución del tiempo de recuperación y la mejora del rendimiento al minimizar el estrés oxidativo inducido por la actividad física intensa.
Suplementación y potenciadores naturales
Mientras el cuerpo produce glutatión, los niveles se pueden mejorar a través de:
- Dieta: Los alimentos ricos en aminoácidos azufrados (como la cisteína) pueden ayudar a aumentar los niveles de glutatión. Entre ellos se encuentran el ajo, la cebolla, el aguacate, la espinaca y el brócoli. El selenio, la vitamina C y la vitamina E también favorecen la síntesis de glutatión.
- Suplementos: Existen suplementos de glutatión, pero su eficacia puede variar, ya que el glutatión oral podría no absorberse bien. Los precursores como la N-acetilcisteína (NAC) se utilizan con mayor frecuencia para aumentar los niveles de glutatión.
- Estilo de vida: El ejercicio regular, dormir lo suficiente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco pueden ayudar a mantener o aumentar los niveles de glutatión.
Conclusión
Las funciones del glutatión en la protección antioxidante, la desintoxicación, la función inmunitaria y otras funciones lo convierten en una molécula esencial para el mantenimiento de la salud. Ya sea a través de la dieta, un estilo de vida saludable o la suplementación, mantener los niveles de glutatión en el cuerpo puede contribuir al bienestar general y a la prevención de enfermedades.
Sin embargo, es importante consultar con un proveedor de atención médica antes de comenzar cualquier nuevo régimen de suplementos, especialmente para aquellos con problemas de salud existentes o aquellos que toman medicamentos.